Todo sobre el hambre extrema
![]() El hambre extrema es un fenómeno común en recuperación de un trastorno alimentario restrictivo. Comprenderlo te puede preparar para saber cómo actuar en favor de tu recuperación. Victoria y yo hemos elaborado este completo artículo descargable que responde en detalle las cuestiones esenciales sobre el hambre extrema como qué es o cuánto dura. Este post resume brevemente las principales respuestas. Os animamos a ver también la serie de posts y vídeos IGTV en nuestras cuentas de Instagram (Victoria, Miriam). 1. ¿Qué es el hambre extrema? “Comer y comer y no sentirse satisfecho o saciado”. Puedes estar físicamente lleno, pero querer comer más. Te sientes vacío y lleno al mismo tiempo. Eres como un pozo sin fondo. Luego está la definición formal de hambre extrema o hiperfagia: “Es la respuesta fisiológica del organismo a la restricción prolongada o al déficit energético”. El hambre extrema no es un fenómeno exclusivo de los trastornos alimentarios en los que hay restricción ya que el déficit energético puede ser provocado por otras circunstancias como deporte excesivo, tumores o hambrunas impuestas. El hambre extrema se puede manifestar en forma de señales de hambre físicas (ej., rugir de tripas) o mentales (ej., pensamiento obsesivo con comida). 2. ¿Qué no es el hambre extrema? En la cultura de la dieta, el nutricionismo y la gordofobia que caracterizan las sociedades actuales, se han desarrollado conceptos muy controvertidos y ambiguos como la adicción a la comida y el comer emocional. Si experimentas hambre extrema durante la recuperación de un trastorno alimentario restrictivo, no tienes trastorno por atracón, adicción a la comida o comer emocional. El hambre extrema es un fenómeno fisiológico y temporal y pasará cuando tu cuerpo restablezca su balance energético; por tanto, no eres adicto a la comida ni te estás comiendo tus emociones. Facilita tu recuperación y no te pongas etiquetas de problemas que no tienes. 3. ¿Por qué se produce? El mecanismo que se ve comprometido en el hambre extrema es la regulación del hambre y la saciedad. En esta regulación intervienen múltiples tejidos y órganos, pero el más importante es el tejido graso. Nuestro tejido graso produce una hormona llamada leptina que se encarga de decir a nuestro cuerpo que está saciado. Necesitamos determinadas concentraciones de esta hormona y cada persona tiene unas necesidades dependiendo de su tejido graso óptimo, el cual hace referencia al porcentaje de tejido graso que cada cuerpo necesita. No todos necesitamos el mismo porcentaje de tejido graso, al igual que no todos necesitamos el mismo IMC para estar sanos. Los estudios indican una relación entre el tejido graso, el tejido magro y la hiperfagia, de manera que: a menor tejido graso y magro, mayor hiperfagia. 4. ¿Cuándo aparece y cuánto dura? El hambre extrema puede ocurrir en cualquier momento de la recuperación y variar en duración según la persona. Para unos empieza desde el primer día que se dan permiso para comer y para otros comienza al cabo de unas semanas o meses; para unos dura varios meses y para otros viene y va; para unos se presenta en las últimas fases de restauración del peso y para otros no se presenta nunca. Y cualquier variación de estos ejemplos es perfectamente normal. 5. ¿Qué hacer ante el hambre extrema? La respuesta sencilla es honrar tu hambre sin juzgarla y comer hasta quedarte saciado físicamente y satisfecho mentalmente. Si ignoras el hambre o respondes comiendo pero con tus condiciones o utilizando conductas purgativas o restrictivas, empeorarás o retrasarás tu recuperación. En un porcentaje pequeño de casos, fruto de la desnutrición severa y prolongada, existe el riesgo del llamado síndrome de realimentación. En estos casos, puedes requerir supervisión médica inicialmente para aumentar las ingestas de manera segura. 6. ¿Y si mi peso es normal o alto? Si experimentas hambre extrema y según el IMC tu peso se considera normal o alto, necesitas hacer exactamente lo mismo: honrar tu hambre. Esto te puede chocar ya que vivimos en una sociedad gordofóbica donde los cuerpos delgados son idealizados y los cuerpos más grandes son estigmatizados. La verdad es que cada persona tiene un rango de peso que viene en gran medida determinado por la genética y que nuestro cuerpo regula a través de complejos mecanismos de hambre, apetito y saciedad. Por tanto, con independencia de tu peso actual, tu cuerpo puede estar desnutrido o en déficit energético si está por debajo de su rango de peso óptimo. 7. ¿Y si no experimento hambre extrema? Hay un grupo de personas que no experimenta hambre extrema en recuperación. No estás haciendo nada mal. Eso sí, para tener la certeza de que perteneces a ese grupo, asegúrate de cumplir lo siguiente: honra tu hambre mental y no solo física, come en abundancia (las recomendaciones energéticas para la población general “no desnutrida” no aplican en tu caso) y come variado de lo que realmente te apetezca (sí, hablamos de pasta, bocadillos, queso, pizza, chocolate o dulces, entre otras muchas cosas). Si aun así el hambre extrema no aparece, sigue adelante. ¡Lo estás haciendo bien! Esperamos que tanto los profesionales como los pacientes y sus seres queridos entiendan que el hambre extrema es un fenómeno fisiológico normal y que no hay que luchar contra él, sino responder ante él porque es un facilitador de la recuperación. Por favor, no la juzgues o ignores, no la etiquetes de cosas que no es y hónrala con independencia del tamaño o peso corporal. Nos encantaría conocer tu experiencia y opinión sobre el artículo. ¡Gracias por leernos! |
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Otras personas han comentado ...
10-01-2021
Respuesta:
Hola,
Es una pregunta muy frecuente que está contestada en el artículo completo. Los episodios de hambre extrema responden a un estado de deficiencia energética o malnutrición del organismo y pueden ocurrir en tanto en cuanto el equilibrio energético y el porcentaje de grasa óptimo que depende de cada cuerpo (no del IMC) no se restablezca. Los atracones, sin embargo, pueden producirse por múltiples factores siendo la restricción uno de sus desencadenantes más comunes (no el único) pero sin que la persona que haga atracón esté en un estado de deficiencia energética.
03-01-2021
Respuesta:
Hola Ani,
Nos alegra mucho que estés honrando tu hambre extrema y que veas cómo progresivamente van disminuyendo a medida que te recuperas física y mentalmente. Es buena señal el que seas capaz de nuevo de reconocer tus niveles de saciedad. Sigue en el camino. Un abrazo.
21-12-2020
Respuesta:
Por supuesto, como explicamos en el artículo, el hambre extrema (o técnicamente hiperfagia) no es un fenómeno exclusivo de los trastornos alimentarios restrictivos, en absoluto. Es una respuesta fisiológica al déficit energético y/o la restricción prolongada o severa. Por tanto, toda situación, condición médica o patología que curse con desnutrición o restricción puede conllevar hambre extrema. En el artículo ofrecemos varios ejemplos como deportistas o personas que practican mucho ejercicio, personas que sufren cánceres, quemados, hambrunas impuestas (ej., los participantes del estudio de Minnesota, huelgas de hambre, campos de concentración, hambrunas sobrevenidas), etc.
20-12-2020
Respuesta:
Hola Daniela. Nos alegra que el artículo te ayude a entender y manejar mejor tu recuperación. En primer lugar, respecto a la duración del hambre extrema, tienes esta pregunta respondida extensamente en el artículo. Sabemos que es una de las dudas que más os inquieta pero la verdad es que nadie puede daros una respuesta 100% concreta y certera. Por favor, revisa el artículo para más info. En segundo lugar, lo que sí depende de ti y puedes elegir es cómo respondes al hambre extrema. Lo que ayuda a tu recuperación es honrarla, no juzgarla (eso de "alimentos prohibidos" es un juicio), identificar y reprogramar las restricciones y reglas, centrar tu atención en el presente (no en qué pasará en X meses o años), tener paciencia, hablar con amabilidad a tu cuerpo y a ti en general, etc.
05-12-2020
Respuesta:
Hola Lesly. Me alegra que estés trabajando en tu recuperación. No estoy segura que hayas entendido el concepto de "mínimo energético". Los mínimos reflejan los requerimientos energéticos promedio para las personas con ciertas características (edad, sexo biológico, altura, etc). Se aplican con independencia del IMC o el porcentaje de grasa ya que es la energía que un organismo necesita para desarrollar una actividad "normal" (en promedio). Si vienes de historia de restricción, malnutrición... aún puedes necesitar más. Da la sensación de que estás midiendo tu cuerpo (conoces el peso, el porcentaje de grasa...). Esto alimenta el miedo a subir de peso, por lo que tu cerebro seguirá percibiendo la comida y el peso como amenazas. Recomiendo trabajar en tu recuperación mental para reprogramar todos estos miedos y creencias en torno al cuerpo, peso, etc. A poder ser acompañada de un "buen profesional". Tienes guías y libros recomendados en mi web.
04-12-2020
Respuesta:
Hola Eva. Me alegra que hayas elegido la recuperación y que estés en el camino. Sí, creo que has alcanzado ese momento "ajá" esto era lo que me pasaba. Obvio, pero lo teníamos delante y no nos dábamos cuenta: cuanto más te restringes, prohibas o limites, más probable es que tu cuerpo lo desee o necesite (por un estado de déficit nutricional, energético, emocional, de placer...). En cualquier caso, lo importante es detener y reprogramar la restricción y darse permiso incondicional. Esta es la meta final. Hasta conseguirla, hay un viaje. Intenta disfrutarlo.
07-11-2020
Respuesta:
Gracias por tu comentario, Sandra. Me alegra mucho que hayas encontrado la explicación para esos supuestos "atracones". En pocas palabras, no es otra cosa que hambre extrema o la respuesta natural del cuerpo humano cuando lleva años "muerto de hambre" (técnicamente hablando en un estado de déficit energético y malnutrición). El cuerpo humano está diseñado para protegerse frente a las hambrunas (estar a dieta, comer por debajo de las necesidades energéticas individuales, restringir comida...). El hambre extrema es uno de esos mecanismos de protección. No hay culpa ni vergüenza; es tu cuerpo protegiéndote de uno de las mayores amenazas para la supervivencia y la salud: la hambruna o escasez de alimentos. Te deseo lo mejor en tu proceso de recuperación.
01-11-2020
Respuesta:
Gracias por tu comentario. Me alegra mucho que estés avanzando en tu recuperación y trabajando duro en ella. Un mes es muy poco tiempo para que el cuerpo complete la rehabilitación nutricional, por ello es muy improbable que te regrese el ciclo menstrual en tan solo un mes de comer los mínimos y honrar tu hambre. Dale tiempo a tu cuerpo y tu mente; tienen mucho de trabajo de reparación que hacer. Te sugiero leer otro artículo en mi blog sobre los mínimos energéticos. Te deseo lo mejor.
27-10-2020
Respuesta:
Muchas gracias por tu comentario, Camila. Siento que estés sufriendo "problemas de colón". A veces son secuelas físicas de las dietas restrictivas, los trastornos alimentarios, etc. Considero que lo mejor es que busques ayuda médica especializada que pueda prescribir las pruebas diagnósticas pertinentes y/o el apoyo de un especialista en nutrición informado también en trastornos alimentarios que pueda ayudar con las pautas alimentarias o de estilo de vida adaptadas a tus necesidades individuales. Dentro de las limitaciones alimentarias que tengas por tus problemas de colón, lo importante es que tomes la cantidad que tu cuerpo necesita para estar bien. Te deseo lo mejor y que te recuperes pronto.
21-10-2020
Respuesta:
Cuánto me alegra saber que el artículo te ha aliviado y ayudado a entender que estos episodios de hambre extrema son normales en el contexto de la recuperación de un trastorno alimentario o restricción prolongada. Te deseo lo mejor en tu proceso.
30-09-2020
Respuesta:
Así lo pensamos también nosotras al elaborar el artículo y divulgar sobre el hambre extrema y otros fenómenos de la recuperación, Salma. Aunque la comprensión y el conocimiento de lo que está pasando no lo soluciona todo, es un elemento importante ya que desde ese conocimiento se pueden tomar mejores decisiones y acciones pro-recuperación. Un abrazo y ánimo en tu proceso.
24-09-2020
Respuesta:
¡Hola, Sara! Por supuesto el hambre extrema en recuperación es mucho más común de lo que se cree. De hecho, muchos profesionales no saben ni que existe y por tanto no se lo explican adecuadamente a sus pacientes/clientes. Esto hace que se confunda con otros fenómenos o comportamientos que no son "hambre extrema" como trastorno por atracón, comer emocional o adicción a la comida. Todo esto se explica en el artículo completo porque es muy importante que no se obstaculice la recuperación por puro desconocimiento, gordofobia o mentalidad de dieta. Gracias y ánimo!
12-05-2020
Tengo una duda, ¿qué es el síndrome de realimentación?
Miles de gracias
Respuesta:
Gracias por compartir tu experiencia, Rocío. Me alegra que hayas conocido qué es el proceso fisiológico de hambre extrema y cómo en realidad puede ayudar a recuperarte. Por desgracia es común que los "profesionales sanitarios" lo desconozcan y etiqueten de otras cosas. Respecto al síndrome de realimentación, se da en un porcentaje reducido de casos cuando la persona parte de unas ingestas excesivamente bajas (semi-inanición) y/o está excesivamente desnutrida y se aumentan rápidamente las ingestas, de manera que el organismo no puede asimilar los nutrientes y procesarlos por encontrarse en un estado físico muy deteriorado y un metabolismo ralentizado en modo de supervivencia. Por ello, la advertencia de que si se está en ese estado se recomienda un incremento gradual de ingestas en la primera semana hasta alcanzar 2000kcal/día aprox y asegurar que el organismo reacciona bien. Una vez fuera del peligro del síndrome de realimentación, se debería seguir aumentando el aporte diario.
10-03-2020
Respuesta:
Sin duda te ayudará a recuperarte en tanto la honres. Es tu cuerpo pidiendo nutrientes para poder restaurar su estado de equilibrio en el que funcione de manera óptima nuevamente. Y no eres la única ni mucho menos, como explicamos en el artículo el hambre extrema es de lo más común en recuperación de un trastorno alimentario o alimentación restrictiva. Sigue adelante, no te detengas!